Flor que se marchita.
Cigarros consumidos.
Música que cesa.
Sol que se adormece, rojo que florece.
La Tierra que gira.
Meados y mierda, es lo que ves a tu alrededor si echas un buen vistazo.
Yonkis de la sociedad.
Patos que creen volar y acaban pagando el pato.
Era ella especial y su miedo a amar era tan fuerte que lo alejaba. Era solo un juego, un baile más seductor, pero al fin y al cabo un baile, solo otro juego.
Era el juego más bello y más horrible que él había conocido.
No había regla de oro, ni canción de fondo. Solo miedo.
Vuela tu imaginación, viola tu mente.
Una figura psicodélica, una figura misteriosa, indescifrable, sin apariencia real, sin figura única.
El juego se hizo más intenso.
Nadie les podía herir, solo ellos, sus palabras eran el ácido más potente, el hielo a menos de 274 grados.
- Ya no voy a intentar ser nada que no soy.
-¿Sabes saltar?, salta al vacío ¿qué piensas?
-Destruyeme, enmudecemé.
-No me sueltes, si me das la mano, si tengo miedo.
-No te soltaré
La moneda seguía dando vueltas en el aíre.
El miedo se cortaba con un cuchillo.
¿Todo se compra?, ¿nada era provisional?
O, no eran como los demás
Acaso, ¿existe el amor? y, ¿siempre el miedo?
No podía ser así, la vida no tiene sentido entonces, no para los demás, si para ellos.
"El pasado es solo una historia que nos contamos a nosotros mismos"
No hay comentarios:
Publicar un comentario