Dicen los viejos kahunas hawaianos
que Dios primero creó el mar, luego la tierra... y más tarde aparecieron
fenómenos como la tormenta. Cuenta la leyenda que el mar se enamoró de la
tormenta y la sedujo arrastrándola a las profundidades, donde tuvieron un
idilio del que… nacieron las olas (nalu). Estas vagaron durante años por las
profundidades y Dios observándolas, se enamoró de ellas y dedicó un tiempo a
contemplarlas. Años más tarde, Dios hizo al hombre y creó para él un paraíso volcánico. Pero al ver que el hombre de vez en cuando
se sentía vacío y necesitado ordenó a las olas que fueran en su busca. Estas en
un alarde de fuerza y energía, cruzaron los mares en forma de ondas hasta
llegar a las costas. Al contemplarlas el
hombre se rindió ante tanta belleza y en un gesto espontaneo de amor y desprendimiento,
hombre y ola se fundieron en una danza sagrada que dios llamó choree, SURF…
la danza del amor entre el hombre, dios, la tormenta y el océano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario